Lorca 33 días después

(Visión de un cicloturista)

La iglesia de Santiago totalmente desplomada.

Lunes, 13 de junio de 2011

Ángel preparando la bici.

Llevaba varios días dándole vueltas a la cabeza en hacer un cicloviaje a Lorca para ver personalmente la magnitud del terremoto del pasado 11 de mayo. Hoy después de madrugar más de la cuenta he tomado la decisión de salir con rumbo a Lorca.

Las bicicletas en la carpa de prensa.

A las 8 de la mañana salgo de casa pedaleando por la Vía Amable del Palmar y desde aquí por la carretera de Sangonera, por cierto ya no se pasa por el centro de la población pues han hecho una circunvalación y es mucho más rápido por el tema de los semáforos.

Después de Sangonera paso por Cuevas del Norte, La Vereda del Molino, El Cañarico donde hay un repecho muy fuerte, llega al 10% de desnivel, desde aquí paso por Casas Nuevas y paro a desayunar en Los Ventorrillos, en la Venta del Tío Benito donde pido un café con leche y una tostada con aceite, digo lo de la tostada porque el año pasado el Tío Benito (que se ha jubilado) me dijo que no le tostaba el pan ni a su padre, pero en esta ocasión la señora que atendía la venta me ha puesto las tostadas sin ningún problema.

Cruz Roja preparando alimentos.

Después de desayunar llamo a Ángel y le digo que voy en bicicleta camino de Lorca, rápidamente me dice que sale en la furgoneta en mi busca, le digo que voy dirección de Alhama de Murcia que por la carretera nos veremos.

Ropa secándose en el campamento.

Yo sigo la ruta desde Los Ventorrillos a Alhama de Murcia y desde aquí por la nacional 340 a Totana, nada más pasar Totana me llama Ángel que está entrando a Alhama, le digo que acabo de salir de Totana que esté pendiente y me vera por la vía de servicio, al final me ve y en la salida de La Hoya me espera para seguir juntos en la furgoneta pero le digo que solo quedan 10 kilómetros para llegar y que prefiero terminar la ruta en bici a lo cual me dice que muy bien y decide dejar la furgoneta en la estación de servicio de La Hoya y seguimos en bici los dos.

Tiendas de campaña.

Ya a la entrada de Lorca vemos las primeras fachadas con grietas más que considerables y con algún que otro tabique caído.

Interior de una tienda de campaña.

Seguimos por el centro de Lorca hacia la ciudad deportiva de La Torrecilla donde se encuentra el campamento para alojar a los damnificados por el terremoto.

Para llegar al campamento tenemos que recorrer unos cuantos kilómetros ya que esta a las afueras de la población, hacemos casi todo el recorrido por un carril-bici que facilita mucho el pedalear.

A la llegada al campamento intentamos pasar haciéndonos el sueco, cosa que no da resultado pues en la entrada hay un montón de Guardias Civiles, Protección Civil y Agentes de Seguridad de empresas privadas que nos hacen volver a la zona de control donde me identifico como periodista freelance y nos pasan a la carpa de prensa donde están dos periodistas de La Opinión, que dicen llevar más de hora y media esperando para hacer un reportaje, tenemos que esperar a que terminen la reunión que todos los días hay para evaluar la situación del campamento.

Pasados unos 10 minutos termina la reunión y se acercan a la carpa de prensa el director del campamento Juan Castaño y el asesor de Relaciones Institucionales y Protocolo de la Consejería de Política Social de la comunidad autónoma, que no es otro que Ricardo de Prado, conocido mío de toda la vida.

La periodista de La Opinión plantea el no hacer la visita/reportaje conjunta ya que su jefe no lo permitiría a lo que yo le digo que me parece muy bien que ella valla por un lado y nosotros por otro a lo que el director del campamento dice que el acompaña a uno de nosotros y al otro que lo acompañe uno de seguridad, yo de inmediato digo que el acompañe a la periodista y que a mí me acompañe el de seguridad (así voy sin tanto protocolo), y así se hace.

Ropa secándose.

Antes de empezar con la visita/reportaje el director del campamento nos facilita algunos datos: la cantidad de alojados en los primeros días llegaron a ser 1500 este número ha ido paulatinamente reduciéndose hasta los 470 que hay en la actualidad.

Una de las alojadas lavando la ropa.

El campamento cuenta con dos centros educativos, uno de infantil al cual asisten unos 10 niños y otro de primaria con unos 30 chavales.

La unidad infantil cuenta anexa al aula con un servicio provisto de váter y lavabos.

Los alumnos de primaria salen de clase.

El campamento cuenta con más de 150 personas dedicadas al buen funcionamiento del mismo entre las que destacan Guardia Civil, Cruz Roja, Protección Civil, servicios de seguridad privados, funcionarios de la Consejería de Política Social y ONGs

Interior del aula de infantil.

Damos una vuelta por el campamento haciendo unas fotos y hablando con algunos de los alojados que se prestan a charlar con nosotros, dicen estar en este campamento mejor que en los anteriores por varios motivos, el primero es que aquí hace menos calor, y es que el campamento está totalmente plantado de árboles que dan mucha sombra, aunque dentro de las tiendas es como estar en un horno que solo refresca por la noche, y sobre todo por lo que más tranquilos están es por no sentirse continuamente observados.

Profesora en el aula de infantil.

Me llama la atención el poco movimiento que hay en el campamento, en la gran mayoría de tiendas no hay nadie, cosa razonable por el calor pero en los alrededores tampoco hay movimiento de personas, quitando con las que he hablado más otras 30 ó 40 que pululan por las sombras.

Servicios anexos al aula de infantil.

Hablando con el de seguridad que nos acompaña en todo momento me dice que los alojados que no están trabajando (que son muchos y están en el paro) suelen ir al centro de Lorca a seguir los trabajos que están realizando en sus viviendas y a buscar algún trabajo.

Interior aula de primaria.

Terminada la visita/reportaje por el campamento nos dirigimos por el carril-bici

a la estación del tren para contactar con Manolo Martin, compañero de LorcaBiciudad, que nos dicen que esta con un par de días de permiso pues hoy empiezan a derribar su casa en la cual han estado viviendo desde hace 23 años.

A través de Sole conseguimos el teléfono de Pascuala, mujer de Manolo, que llamamos por si nos podemos ver con ella y con Manolo, nos dice que no nos movamos del sitio que en un minuto llega, así es en el momento llega y nos saludamos y todo eso, nos dice que comemos con ellos en su casa, casa que tienen en la huerta a las afueras de Lorca como segunda residencia, que ahora por las circunstancias es la primera.

La profesora de infantil se desplaza en bici.

Llama a Manolo por teléfono y quedamos con él en el Teatro Guerra, Pascuala se va a hacer unas gestiones y quedamos en vernos en su casa.

La ONG Save the Children realiza actividades para los más pequeños.

Nosotros vamos al Teatro a esperar a Manolo, lo hacemos sentados en una terraza tomando una cerveza muy fría, llega Manolo que nos acompaña con el tema de la cerveza, después de tomarnos un par de cervezas nos vamos a dar un paseo por la zona más afectada por el terremoto, incluida su casa que en este momento la están derribando.

Parabólicas en el campamento.

Pasamos por la iglesia de Santiago que está totalmente desplomada, el campanario de la iglesia de San Diego está seriamente dañado, otro tanto le pasa a la cúpula de la iglesia de Santo Domingo, parte de la fachada de la iglesia de San Mateo se desprendió, la cúpula de la capilla del Rosario a quedado seccionada, la de San Francisco ha quedado totalmente dañada… para resumir un poco decir que las 13 ó 14 iglesias que hay en Lorca han quedado seriamente dañadas, algunas de muerte.

Viendo la tele en la tienda de campaña.

En cuanto a los edificios dedicados a viviendas o casas unifamiliares una estimación bastante acertada podría ser la siguiente: 164 edificios han sido marcados con un círculo rojo, 550 han sido en el nivel amarillo, y 660 están en nivel verde.

Tienda con parabólica.

En cuanto a los daños personales decir que hay 11 muertos y que los heridos se cuentas por cientos.

Preparando el biberón en el interior de la tienda.

Las ayudas a los afectados son como siempre engorrosas y lentas, ya quisieran estos afectados ser tratados como los bancos y cajas tratan a la iglesia con ayudas que son cuantiosas y de forma casi inmediata.

Después de este trágico panorama Manuel nos lleva a su casa donde nos espera Pascuala, y ya más relajados y sin el agobio de tanta tragedia nos sentamos a la mesa a comernos unas pechugas de pollo y unas verduras a la plancha acompañadas como no podría ser de otra forma por unos trozos de salchicha de Lorca (que están riquísimos) y unas cervecicas bien frías.

Después de un buen rato de sobremesa, donde no solamente hablamos del terremoto, sino que también lo hacemos de nuestros cicloviajes, de casi todo lo relacionado con el mundo de la bici y de un montón de cosas más, nos despedimos de esta pareja de amigos que nos han recibido con los brazos abiertos y con todo el cariño del mundo, aun teniendo encima que son afectados en primera persona, gracias Pascuala. Gracias Manuel, estamos infinitamente agradecidos.

Salimos de casa de Pascuala y Manuel y volvemos a lo que se podría llamar zona cero del terremoto hago alguna foto más y nos vamos dirección La Hoya donde Ángel dejo la furgoneta, después de plegar las bicis y tomarnos un café salimos para Murcia donde Ángel me deja en un centro comercial que hay en Espinardo junto al carril-bici que en suave bajada llego a casa.