Poblaciones por las que paso:
Cobarón
Ontón
San Juan
Santilices
El Ventorro
Mercadillo
San Martín de Carral
Avellaneda
Erretola
Balmaseda
Antuñano
Las Arenas
Artziniega
Llanteno
Menagarai
Arespalditza
Amurrio
Alojamiento en Amurrio:
Pensión Albizabal
Datos de la etapa:
Km. Etapa: 59,27
Km. Total: 569,26
Tiempo en movimiento: 6:16h
Velocidad media: 10,3km/h
Velocidad máxima: 54,9km/h
Desnivel acumulado + 1.207 m
Desnivel acumulado – 989 m
Altitud máxima: 518 m
Altitud mínima: 56 m
Frecuencia cardiaca media: 107ppm
Frecuencia cardiaca máxima: 135ppm
Cadencia media: 60rpm
Cadencia máxima: 113rpm
Pendiente máxima +: 15%
Pendiente máxima -: 12,9
Como de costumbre empiezan a sonar las bolsas de plástico y las cremalleras, son las 6:15h. esto quiere decir que tengo que ir pensando en poner pie en tierra para ir organizando el equipaje. A las 7:00h en punto el hospitalero enciende las luces y todos a funcionar, pues a las 8:00h en punto hay que dejar el albergue. Mientras voy colocando las alforjas en la bici me preparo un café y me lo voy tomando con unas galletas.
Ya todo organizado y la bici dispuesta me despido del hospitalero y salgo pedaleando con dirección Traslaviña. Como no podía ser de otra forma, el día lo empiezo con unos desniveles tremendos hasta que a la altura de Covarón enlazo con la Vía Verde del Piquillo, ahora su recorrido es llaneando por un paisaje costero impresionante. Pero todo tiene su lado negativo, cuando llego a Ontón me dicen que voy en sentido contrario, que tengo que retroceder (unos 10 km) hasta Muskiz y desde aquí en dirección Balmaseda.
Después de este contratiempo necesito unos minutos de concentración para asumir este error. Ya todo más o menos asumido continúo pedaleando por la carretera N634, pero todo no es tan sencillo, hay un montón de repechones tremendos que hacen que el pedaleo sea algo más duro de lo normal.
La etapa continua por la misma carretera, pasando por San Juan, que recorro la población casi sin parar, aquí cambio de carretera, ahora pedaleo por la BI-2701, pasando por Santelices, El Ventorro, Mercadillo, San Martín de Cabral y por Avellaneda. En esta población paro para visitar el Museo de las Encartaciones.
Después de tan interesante visita continuo por la carretera BI-630 hasta llegar a Balmaseda, aquí hago una parada para ver la población y aprovecho para reponer fuerzas. También hablo con un ciclista que más o menos me indica el mejor camino para seguir con la etapa.
Salgo de Balmaseda por la carretera BI-624, paso casi sin parar por Artuñano y sigo ahora por la CL-620 hasta pasar por Las Arenas y en el Santuario de Ntra. Sra. de la Encina paro para echar un vistazo, sigo hasta Artziniega y recorro la ciudad. También echo un rato de descanso, pues me comentan que a la salida hay fuertes subidas.
Sigo por la A-624 que me lleva a Llantero, Menagarai, Arespaldiza y en un pequeño caserío llamado La Cadena paro durante unos minutos para tomar unos frutos secos y descansar, aprovecho para llamar por teléfono al albergue de Orduña, pero no hay forma de que me contesten. Aquí hablo con un lugareño que me dice que en Orduña están en fiestas, que son “Los Ochomayos” y que estará la población a tope, que me interesa más quedarme en Amurrio, que hay un par de pensiones y está a un par de kilómetros
Después de despedirme y de darle las gracias a este señor, sigo pedaleando con unos repechones que llegan al 11%, menos mal que solo quedan dos o tres kilómetros para llegar.
Nada más entrar en la población pregunto por la pensión y me indican que está ahí enfrente, ¡coño si es un lobo me come! Pues bien, me alojo y como siempre lo primero que hago es darme una ducha, ya más relajado y con algo de hambre salgo al restaurante a comer, pero me dicen que a la hora que es ya solamente me pueden hacer un bocata de pollo, no le pongo pegas y me meto entre pecho y espalda ese pedazo de bocata, eso sí, con un par de cervezas y para terminar un buen café. Como os podéis imaginar después de semejante comida ahora toca descansar un buen rato.
Después de echarme una pequeña siesta, llamo por teléfono a un hostel de Vitoria y hago la reserva para mañana. Ahora bastante más descansado, salgo a visitar la población y la recorro de punta a rabo, hago unas fotos y regreso a la pensión, donde me tomo unas cervezas y unos pinchos.
Ya en la habitación me preparo un café y saboreándolo escribo estas notas.
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