RUTA: Carretera N2/Ruta 66 portuguesa (1ª Etapa)

1ª Etapa – Día 18 de abril de 2025 / Chaves / Vila Real (63,53 Km)

Poblaciones por las que paso:

Pedras Salgadas
Vila Pouca de Aguilar
Vila Real

Preparando la salida. Chaves

Alojamiento:

Hotel Brites

Datos de la etapa:
Km. Etapa: 63,53
Km. Total: 63,53
Tiempo en movimiento: 3 h 15 m
Tiempo total etapa: 7 h 04 m
Velocidad media: 13,3 km/h
Velocidad máxima: 41,3 km/h
Desnivel acumulado + 467 m
Desnivel acumulado – 518 m
Altitud máxima: 652 m
Altitud mínima: 252 m
Frecuencia cardiaca media: 138 bpm
Frecuencia cardiaca máxima: 166 bpm
Cadencia media: 60 rpm
Cadencia máxima: 109 rpm

Seguimos preparando la salida. Chaves

Ver itinerario

Dani en la N2, Km 0. Chaves

Hoy comenzamos antes de lo previsto. Aquí es una hora menos y, sin prisas, pero con todo preparado, empezamos a organizar el equipaje. Con las alforjas listas, cruzamos la calle hasta un bar frente al hotel para desayunar. El cielo ya amenaza lluvia.

N2 Km 0. Chaves

De vuelta en el hotel, cargamos las bicicletas y nos dirigimos al kilómetro cero de la ruta, donde comienza la mítica carretera N2. Aquí, con la emoción intacta pese al cielo gris, nos hacemos unas fotos para inmortalizar el inicio del viaje. Pero antes de empezar a pedalear, tenemos que ponernos la ropa de lluvia: empieza a llover.

Los tres jinetes y sus bicis. Chaves

A pesar del agua, pedaleamos hasta Bóbeda, una pequeña aldea en la que hacemos una breve parada. Aprovecho para documentar un lavadero: uno de los pocos momentos que nos permitimos para contemplar el entorno, porque la lluvia no da tregua y atravesamos varios pueblos sin apenas detenernos.

Nuestras queridas marquesinas

Hacemos una parada en Pedras Salgadas, donde un café caliente nos devuelve algo de ánimo y descanso tras tanta agua. Más tarde, buscamos refugio en varias marquesinas de autobús, hasta que finalmente alcanzamos Vila Real. Como no podía ser de otra manera, llegamos... empapados.

Lavadero en Bóbeda. Si estás interesado en ver más lavaderos clica aquí

Enrique y yo nos alojamos en el hotel Residencial Real, en pleno centro de la ciudad. Dani, en cambio, se aloja en otro hotel a unos dos kilómetros. Ya en nuestra habitación, descargamos las alforjas y colgamos la ropa como podemos, intentando que algo se seque tras todo un día de lluvia constante. Mientras Enrique reorganiza su equipaje, me doy una ducha caliente y me pongo por fin a ropa seca.

Autorretrato. Vila Real

Con todo, más o menos bajo control, salimos a dar una vuelta por la ciudad. Hemos quedado con Dani, que llega en autobús, en la oficina de turismo, donde deben sellarnos el pasaporte de la N2. Pero la oficina está cerrada: es festivo y la ciudad está volcada en procesiones y otros actos tradicionales.

Desfiles en Vila Real

Aprovechamos para tomar unas cervezas y pasear un rato por Vila Real, aunque seguimos necesitando la capucha —la lluvia persiste, ahora más fina pero constante—. Enrique compra un pequeño paraguas, cansado de luchar contra el agua. Finalmente, nos refugiamos en un restaurante y cenamos tranquilamente. Luego acompañamos a Dani a coger su autobús, y nosotros regresamos al hotel.

Vila Real

Antes de dormir, revisamos cómo va la ropa que colgamos. Enrique se mete en el sobre para descansar. Yo, en cambio, me quedo un poco más, escribiendo estas notas. Eso sí, sin tomar café.