Ruta en bicicleta entre el nacimiento del Río Ebro en Fontibre (Santander) y su desembocadura en Deltebre (Tarragona) + Regreso a Murcia
6ª Etapa – Día 17 de septiembre de 2023 – Haro/Lodosa (94,63 Km)
Poblaciones por las que paso:
Labastida
San Vicente de Sonsierra
Baños de Ebro
Elciego
La Puebla de Labarca
Assa
Logroño
Lodosa
Datos de la etapa:
Km. Etapa: 94,63
Km. Total: 490,47
Tiempo en movimiento: 7:01 h
Tiempo total en movimiento: 40,15 h
Velocidad media: 14 km/h
Velocidad máxima: 43:3 km/h
Desnivel acumulado + 1.179 m
Desnivel acumulado – 1.322 m
Altitud máxima: 586 m
Altitud mínima: 325 m
Frecuencia cardiaca media: 110 ppm
Frecuencia cardiaca máxima: 141 ppm
Cadencia media: 62 rpm
Cadencia máxima: 103 rpm
Como de costumbre, me levanto alrededor de las 7:00 h. Hoy reina la tranquilidad; no hay ruido de bolsas de plástico ni el sonido de cremalleras. Incluso, no hay ni peregrinos, os recuerdo que he dormido en un albergue de peregrinos.
Me preparo un café con leche y mientras me lo tomo organizo el equipaje. Una vez tomado el café y todo listo, con las alforjas colocadas en la bicicleta, me despido de los hospitaleros y salgo del albergue.
La etapa de hoy comienza recorriendo las calles de Haro hasta llegar a la carretera LR-212, la cual sigo hasta cambiar de comunidad llegando a la A-3202. Ahora, pedaleo hasta Labastida, aquí aprovecho para hacer algunas fotos y poco más.
Continúo la etapa por la carretera A-124, que en cuestión de unos pocos metros se pasa a denominarse LR-124, lo que significa que vuelvo a rodar por La Rioja. Pero la historia no termina aquí; ahora la carretera es la N-232ª. Con estos cambios de nombres en las carreteras, llego a San Vicente de la Sonsierra, donde hago una visita a la población y documento un lavadero.
Sigo pedaleando por la carretera LR-318, cambio nuevamente a otra comunidad y ahora se llama A-3224, esto indica que estoy pedaleando por la provincia de Álava. Tras estos cambios, llego a Baños de Ebro, donde doy una vuelta por el casco urbano y aprovecho para tomar un café con leche. Al salir de la población, me cruzo con dos cicloturistas.
Continúo rodando por la provincia de Álava, concretamente por la carretera A-3214 hasta llegar a Elciego, aquí hago algunas fotos de la vendimia, observando el ajetreo de tractores y jornaleros, principalmente personas negras, trabajando en los campos.
Ahora avanzo por la carretera A-4208, son unos cinco kilómetros de fuertes subidas, los que me separan de Elciego hasta llegar a La puebla de Labarca. En esta última localidad, hago algunas fotos.
Sigo la etapa pedaleando por la carretera A-124, paso muy cerca de El Campillar hasta llegar a Assa, un pequeño barrio de Lanciego que se encuentra medio despoblado. Recorro sus cuatro calles, sin encontrar nada de particular interés.
Continúo la etapa por la carretera A-124, pasando junto al polígono industrial llamado Casas Blancas, qué como todos los polígonos, resulta ser horroroso. Tras pedalear unos 10 kilómetros, entro en Logroño, donde me encuentro con una multitud en las calles debido a las fiestas patronales, la animación es tal que no puedo moverme con la bicicleta ni tan siquiera caminando, incluso la policía municipal llama la atención a otro cicloturista que se encuentra allí. Decido abandonar la ciudad, no sin antes hacer algunas fotos.
Ya en las afueras, en el polígono industrial, hago una parada para tomar un tentempié mientras hablo con un señor que me indica el camino a seguir, pues la salida no es tan sencilla, ni siquiera la policía de Logroño ha podido darme una orientación precisa debido a las obras en una autovía.
Sigo las indicaciones que me han dado, aunque todavía tengo que cruzar todo el polígono industrial hasta enlazar con la carretera NA-134. Paso cerca de Mendavia y de San Martín de Berberana, localidad por la que debería haber pasado, pero de la cual no encuentro rastro, vamos que no la veo
En fin, vuelvo a pedalear por La Rioja, concretamente por la carretera LR-131. Tras unos cuantos kilómetros y justo antes de llegar a Lodosa, me encuentro con un antiguo acueducto romano, al que, por supuesto, le hago unas fotos.
Entro en Lodosa, aunque no tengo claro qué está sucediendo aquí. Lo primero que veo es un enorme cartel anunciando "Toro ensogado, suelto por la población". Ya en el centro abarrotado de gente, me informan que soltaran muy pronto un toro, indicándome que tenga mucho cuidado y sobre todo, que no vaya con la bicicleta por ahí. También veo a un reducido grupo de activistas en contra del maltrato animal manifestándose, vigilados por la guardia civil, que los supera en número.
Momentáneamente, dejo a un lado el tema de los toros y busco alojamiento. Después de dejar mis datos, subo a la habitación y procedo con la rutina habitual: ducha, lavado de ropa y un breve descanso.
En el hostal me sugieren subir a la terraza para ver como sueltan al toro ensogado. Desde aquí, hago algunas fotos. Una vez que el toro se encuentra suelto en la población, salgo a visitar los puntos más representativos, siempre con un ojo vigilante por si aparece el toro. Fotografío el ambiente y recorro la ciudad. Aprovecho para cenar antes de regresar al hostal.
Mucho más relajado y alejado de la fiesta, me preparo un café y mientras lo saboreo, escribo estas notas.
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