Ruta en bicicleta entre las Comunidades Autónomas de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía.
12ª Etapa – Día 25 de abril de 2024 / Fernán Pérez - Águilas (91,18 Km)
Poblaciones por las que paso:
Agua Amarga
Carboneras
El Algarrobico
Collado de la Granatilla
Playa de Bolmayor
Mojacar
Garrucha
Playa de Vera
Villaricos
San Juan de Terreros
Águilas
Alojamiento:
Hostal Ramonetero
Datos de la etapa:
Km. Etapa: 91,18
Km. Total: 1.008,86
Tiempo en movimiento: 06:13 h
Tiempo total en movimiento: 74:28 h
Velocidad media: 15,2 km/h
Velocidad máxima: 55 km/h
Desnivel acumulado + 881 m
Desnivel acumulado – 970 m
Altitud máxima: 220 m
Altitud mínima: 2 m
Frecuencia cardiaca media: 102 ppm
Frecuencia cardiaca máxima: 135 ppm
Cadencia media: 62 rpm
Cadencia máxima: 122 rpm
Como de costumbre, me levanto alrededor de las 6:45 h y comienzo recogiendo la ropa que tenía tendida. Después de doblarla, la guardo en las alforjas y una vez que tengo todo el equipaje preparado, lo cargo en la bicicleta y me acerco al bar para desayunar.
Inicio la etapa de hoy pedaleando por la carretera que me llevará a Agua Amarga. Después de rodar unos pocos kilómetros, hago una parada al ver un lavadero que ya fotografié hace casi diez años. Hoy decido tomar algunas fotos nuevamente, aunque me entristece ver que está totalmente abandonado. Continúo la etapa unos cuantos kilómetros más hasta enlazar con la carretera AL-5106. Ahora solo me queda dejarme caer y llegar a Agua Amarga.
En Agua Amarga, doy un paseo por la localidad. Aunque hay poco que ver, esta es una zona turística y bastante pintoresca. Después de estar un rato en la playa, salgo en busca de la carretera para continuar la etapa hacia Carboneras, pero antes de partir, hago una parada para aplicarme crema solar. En ese momento, coincido con un cicloturista austriaco que me cuenta que se dirige hacia Tarifa y luego a Marruecos. Le comento más o menos la ruta que estoy siguiendo y, después de un rato de charla, nos despedimos.
Dejo Agua Amarga atrás y sigo pedaleando por la carretera AL-5106. De sopetón, me encuentro con algunas subidas tremendas. Es agotador, pero como siempre, logro superar estos repechos y llegar a Carboneras. Aquí, recorro la localidad y tomo algunas fotos de la zona minera.
Sigo rodando hacia la playa del Algarrobico y tras recorrer unos cuatro kilómetros, llego al mastodóntico hotel. Es impactante ver esta construcción que ha sido declarada ilegal y que tiene órdenes de demolición firmes, pero sigue en pie, sin que ninguna administración se decida a derribarla.
Continúo pedaleando, enfrentándome ahora a unos repechos tremendos que me dejan sin aliento. Pero más tremendo es seguir, estoy viendo la carretera que va por allá arriba y me está acojonando, aunque la conozco porque la he subido un par de veces en otras rutas. Sin embargo, esta vez dudo que pueda hacerlo. Ya veremos cómo termina esto.
Sigo subiendo por la carretera AL-5107 y debo decir que lo he logrado sin problemas, bueno… Ha sido un verdadero palizón de cojones, pero aquí estoy, ileso y sin aliento. Decido hacer una parada en el mirador de la Granatilla, principalmente para descansar un momento. Por cierto, parece que están filmando algún anuncio o documental sobre una marca de motos, ya que no paran de pasar motocicletas mientras les toman fotos y vídeos.
Después de este breve descanso, continúo pedaleando hasta llegar a Sopalmo, una pequeña población que tiene su encanto. Aquí, aprovecho para tomar un par de fotos antes de seguir rodando por la misma carretera. Hago una parada más en el Castillo de Macenas, donde hago algunas fotos y me encuentro con varios cicloturistas.
Continúo con la etapa y, después de unos cuantos kilómetros, hago una parada entre Mojácar y Garrucha, justo a orillas del mar, para disfrutar de un pequeño tentempié. Por cierto, recorrer los paseos marítimos llaneando y sin esfuerzo es bastante agradable.
Una vez recuperado, reanudo la marcha por el paseo marítimo de Garrucha hasta llegar a la desembocadura del Río Antas, donde me veo obligado a salir a la carretera AL-7107 por unos cientos de metros. Pronto vuelvo al paseo marítimo y continúo la etapa por la zona de Vera Playa, donde tengo que volver a la carretera hasta llegar a Villaricos, donde hago una parada para recorrer la localidad y tomar algunas fotos del castillo. Después, retorno a la carretera y, tras algunos kilómetros, hago una parada en el antiguo cuartel de la Guardia Civil de Blanquizares, que ofrece unas vistas impresionantes al mar.
Sigo la etapa pedaleando por la carretera AL-7107, y esto es como si estuviera en un tobogán, subiendo y bajando constantemente hasta llegar a San Juan de Terreros. Aquí decido hacer una parada para descansar un rato, dar un paseo y aplicarme un poco de crema solar.
Después de dejar atrás San Juan de Terreros, entro en la Región de Murcia pedaleando por la carretera RM-333. La verdad es que esta parte del trayecto se está volviendo bastante pesada, debido a la cantidad de subidas y bajadas, sin mencionar los fortísimos repechos que he tenido que superar al salir de El Algarrobico. Ha sido realmente agotador. En definitiva, hay muchísimas subidas y bajadas, ¡Es tremendo!
Ahora voy pedaleando por el carril bici que empieza en Calarreona. En principio pensaba parar en el albergue para pasar la noche, pero después he pensado que está demasiado lejos de Águilas. Así que sigo adelante por el carril bici. Por cierto, acabo de ver la primera indicación de la EuroVelo8 en la Región de Murcia. Mi objetivo ahora es seguir esas indicaciones hasta llegar a la ciudad de Murcia.
Finalmente, llego a Águilas, aquí, lo primero que hago es dirigirme al hostal Ramonetero. He estado en este hostal en varios viajes anteriores. Una vez en el hostal y mientras me registran, me tomo unas cervezas con sus correspondientes tapas, que me sirven de comida.
Una vez en la habitación, descargo las alforjas y el resto del equipo, y me doy una merecida ducha. Ahora me recuesto en la cama y descanso un buen rato. Después, ya más relajado, salgo a visitar la ciudad, donde paseo por el centro y veo los lugares más representativos de Águilas. También aprovecho para disfrutar de las “Grandes Cenas Cicloviajeras”.
De vuelta en la habitación, completamente agotado después de tanto caminar, preparo un café y mientras lo saboreo escribo estas notas
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