Poblaciones por las que paso:
Ciborro
Montemor-o-Novo
Escoural
Alcáçovas
Torrâo
Datos de la etapa:
Km. Etapa: 88,51
Km. Total: 575,75
Tiempo en movimiento: 5 h 38 m
Tiempo total etapa: 8 h 01 m
Velocidad media: 15 km/h
Velocidad máxima: 52,6 km/h
Desnivel acumulado + 769 m
Desnivel acumulado – 730 m
Altitud máxima: 429 m
Altitud mínima: 78 m
Frecuencia cardiaca media: 104 bpm
Frecuencia cardiaca máxima: 141 bpm
Cadencia media: 62 rpm
Cadencia máxima: 101 rpm
Como cada día, sobre las seis y pico me levanto y empiezo a organizar el equipaje. Una vez todo más o menos en orden, bajo al restaurante a desayunar. Después saco la bici, monto las alforjas y salgo del hostal.
La etapa empieza con el día muy nublado. Rodados unos diez kilómetros, tengo que parar al no dejar de oír un ruido que parece salir del pedalier. Busco el aceite en las alforjas y le echo unas gotas, pero no da resultado. Vuelvo a parar unos kilómetros después y esta vez le echo unas gotas en el eje de los pedales; de momento parece que lo he solucionado.
La etapa sigue más o menos bien, aunque los continuos sube y baja no cesan. Esto es un auténtico rompepiernas. Las subidas no son muy fuertes, pero no paro de subir y bajar, como si estuviera en un tobogán. Paro en Facendas do Corpiço al ver un lavadero que no me resisto a documentar.
Después de fotografiar este colorido lavadero, continúo pedaleando hasta llegar a Montemor-o-Novo, donde está todo cerrado. Algunas calles incluso están cortadas por una carrera popular. Hoy es fiesta nacional: se conmemora la Revolución de los Claveles. Paro en el único café que encuentro abierto para tomar algo y aprovechar para que me sellen el pasaporte.
Sigo la etapa con los ya famosos sube y baja hasta encontrar otro lavadero en la entrada de Escoural. Paro para hacer algunas fotos y aprovecho para recorrer la población. A muy pocos kilómetros me encuentro con una gran romería: hay muchísimos peregrinos a caballo y un gran número tiran de carretas. Les hago unas fotos y continúo la ruta.
Después de rodar unos cuantos kilómetros llego a Alcáçovas, que debería ser el final de etapa, pero aquí no hay alojamiento. Pregunto en varios sitios y me dicen que podría desviarme a una posada que, además de cara, está fuera de mi camino, o seguir hasta el siguiente pueblo, donde sí hay alojamiento.
Así que sigo pedaleando unos quince kilómetros más, hasta llegar a Torrão. Aquí tampoco es fácil encontrar alojamiento, pero después de preguntar en varios sitios, finalmente doy con uno.
Una vez hecho el check-in y dejada la bici en un pequeño bajo, subo las alforjas a la habitación. Ahora toca lo de siempre: organizar el equipaje, darme una ducha, lavar la ropa y descansar un rato.
Ya más descansado, salgo a visitar la población. Hago algunas fotos y paso por el supermercado para comprar algo para la cena. Después de recorrer el pueblo, vuelvo al alojamiento y recojo la ropa que había tendido. Ya colocada en las alforjas, me preparo la cena. Tras dar buena cuenta de ella, me preparo un café y, mientras lo saboreo, escribo estas notas.
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