Ruta en bicicleta entre las Comunidades Autónomas de Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía.
4ª Etapa – Día 17 de abril de 2024 / Alcaraz – Castellar (91,04 Km)
Poblaciones por las que paso:
Reolid
Antigua estación de Bienservida
Antigua estación de Géneve
Bonache
Arroyo del Ojanco
Sorihuela de Guadalimar
Castellar
Datos de la etapa:
Km. Etapa: 91,04
Km. Total: 379,99
Tiempo en movimiento: 06:12 h
Tiempo total en movimiento: 26,13 h
Velocidad media: 15,5 km/h
Velocidad máxima: 47,2 km/h
Desnivel acumulado + 868 m
Desnivel acumulado – 1.065 m
Altitud máxima: 975 m
Altitud mínima: 477 m
Frecuencia cardiaca media: 98 ppm
Frecuencia cardiaca máxima: 135 ppm
Cadencia media: 60 rpm
Cadencia máxima: 113 rpm
Son las 6:45 h y como de costumbre ya estoy organizando todo el equipaje. Una vez tengo todo preparado y las alforjas montadas en la bici salgo de la pensión.
Inicio la etapa pedaleando por la carretera N-322, donde tengo que recorrer unos doce kilómetros antes de unirme al segundo tramo de la Vía Verde de Alcaraz en Reolid.
Al llegar a Reolid, veo el acceso a la Vía Verde, pero decido visitar la localidad antes de unirme a la vía. Sin embargo, tras recorrerla, no encuentro nada especialmente interesante y decido continuar pedaleando hacia la Vía Verde.
Sigo pedaleando tranquilamente por la Vía Verde, pasando por las antiguas estaciones de Bienservida, Génave y Bonache. Es entre las estaciones de Génave y Bonache donde noto el cambio de denominación de la Vía Verde, ahora es: Vía Verde del Segura. Unos tres kilómetros antes de llegar a Arroyo del Ojanco, encuentro el final del trazado de la Vía Verde, donde veo a trabajadores ampliando el trazado. Aprovecho para hacer una parada en la zona de descanso y tomar un tentempié, y coincido con otro ciclista que está preparando unos espárragos que ha recolectado. Charlamos un rato y nos despedimos.
Al llegar a Arroyo del Ojanco, originalmente estaba previsto terminar la etapa de hoy, pero veo que aún es temprano, son las 12:15 h, y como es natural no me voy a quedar aquí, todavía hay día y ganas de seguir pedaleando. Así que después de recorrer la población decido seguir hacia Sorihuela del Guadalimar. Este siguiente tramo implica hacer unos veinte kilómetros más, primero pedaleo por la N-322 y luego, después de unos cinco kilómetros, enlazo con la carretera A-312.
La llegada a Sorihuela del Guadalimar ha supuesto enfrentarme a algunos repechos tremendos, pero finalmente los he superado. Una vez en el centro de la población, busco alojamiento, pero me informan de que no hay disponibilidad y que debo continuar hasta Castellar. Aprovecho para visitar la localidad y tomar algunas fotos, incluida una del lavadero.
Sigo la etapa con la esperanza de encontrar alojamiento en Castellar, aunque no lo tengo claro. Después de otros diez kilómetros de pedaleo por la carretera A-312, finalmente llego a Castellar. Paro en el primer bar que encuentro y pregunto por algún alojamiento.
El dueño del bar se ofrece a llamar a alguien que tiene un pequeño hotel para ver si me puede alojar, mientras yo me tomo una cerveza con su respectiva tapa. Después de unos minutos, me informa de que en un rato abrirá el hotel y podré alojarme.
Después de esperar un poco, me dirijo al hotel, donde me recibe el propietario y me explica todo lo necesario, incluida la contraseña de la puerta de entrada y de mi habitación. Me informa que el agua caliente tardará aproximadamente una hora, ya que acababa de encender la caldera. El hotel está vacío, lo ha abierto exclusivamente para mí.
Una vez instalado en la habitación y organizado el equipaje, decido ir a un taller. Bueno, es un pequeño local donde Joaquín, un chaval que al verme se ha ofrecido a ayudarme con la bicicleta, tiene algunas herramientas básicas para hacer reparaciones sencillas. Aprovecho para limpiar, engrasar y ajustar los frenos de la bicicleta. Después de charlar un rato, me despido de él y le regalo una banda reflectante para el pantalón.
De vuelta al hotel, me doy una ducha y preparo algo para cenar. Decido, aunque tarde, lavar la ropa, ya que hay calefacción y seguro que se seca. Ahora, más relajado, me preparo un café y, disfrutando de él, escribo estas notas.
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